Por supuesto que volveremos. Si algo nos ha enseñado nuestro deporte es a levantarnos después de cada caída. Parece que ya se empieza a ver la luz al final del túnel y el deporte, tanto profesional como amateur, está cerca de volver.
Todos estamos con muchas dudas sobre las famosas fases de la desescalada y qué podremos y no podremos hacer en cada una de ellas pero lo que está claro es que poco a poco todo vuelve a la normalidad. Por lo pronto los deportistas de alto nivel, entre los que se incluyen los judokas del equipo nacional, podrán comenzar sus entrenamientos de forma individual. Además, está previsto que el próximo lunes 11 de mayo se reabran los Centros de Alto Rendimiento. Aún está por conocer qué pasará con todos los CAR, CEAR y CTD de Judo que hay en diferentes comunidades.
Pero lo que es seguro es que vuelve el deporte y vuelve el Judo. Aunque en realidad sabemos que nunca se fue gracias al empeño de profesores de toda España que se rompieron la cabeza para mantener a sus alumnos conectados a nuestro deporte.
Tenemos claro que las clases con niños pequeños no volverán al menos hasta el curso que viene, con lo que damos por finalizada la temporada actual. Pero, ¿cómo será esa vuelta? Porque el miedo al contagio existirá en nuestra sociedad y aunque un grupo de adultos es capaz de entrenar individualmente sin problema, ¿cómo lo haremos con los niños? ¿Tendremos que seguir manteniendo la distancia de seguridad? Si un club tiene un positivo entre sus alumnos o profesores, ¿se aísla a todo el mundo? Surgen multitud de preguntas que todavía no tienen respuesta.
Y después están las competiciones: ¿cerraremos el año con las competiciones programadas y reprogramadas para después del verano? ¿Habrá límites de aforo o de participación? ¿Habrá controles para los participantes?
Al menos parece que la vuelta a los tatamis está cada vez más cerca. Aún necesitamos conocer más detalles de cómo será esa vuelta aunque puede que nunca nos hayamos ido. Porque son más las cosas que nos unen que las que nos distancian el Judo debe estar más unido que nunca para no salir perjudicado, o lo menos posible, de esta situación.